Las instituciones técnicas y tecnológicas responden a una dinámica social influenciada por el reto de consolidar el sistema educativo del nivel superior y responder a procesos derivados de la modernización y globalización y la relación cada vez más fuerte entre la investigación científica y la tecnología y la producción de bienes y servicios. Requiriendo así la adecuación de la capacitación de los estudiantes para cumplir las funciones profesionales, investigativas y de servicio social que demanda el país.
Es así como Colombia tiene la oportunidad de enfrentar desafíos mundiales y los tratados de comercio que cada vez toman más fuerza y que obligan al sistema a buscar el desarrollo temprano de oficios y profesiones que nos permita por lo menos mantener un diálogo internacional.
Este es el marco que tiene nuestra educación técnica y tecnológica, pero son muchos más los retos que las certezas pues legislativamente nos falta mucho y “del dicho al hecho hay mucho trecho”.
La educación técnica y tecnológica en nuestro país, es de relevante importancia pues sugiere la posibilidad de la movilidad en la pirámide socio-económica donde con instituciones como las nuestras se da la oportunidad de un sueño tangible: la profesionalización. La comunidad educativa de nuestras instituciones tiene cifradas muchas esperanzas en el planteamiento que desde el estado se hace de esta modalidad educativa. No en vano la capacitación a la par de la formación académica garantiza que el tiempo de los jóvenes es aprovechado al máximo tanto para sus proyectos de vida como para la planeación de un país subdesarrollado que debe ver y defender sus sistema educativo como su más querido tesoro. Más allá de las luchas y las controversias está el derecho a la educación que debe ser para todos sin distingos. Aunque suene aún a utopía estas reflexiones son necesarias para fortalecer su sentido: Un pueblo educado es la mejor arma contra la pobreza.
Recordando las estadísticas de los últimos años del DANE y sus trágicas cifras de desempleo, la educación técnica y tecnológica debe tomar más fuerza que nunca y ser defendida por todos. Pues es un camino a la dignificación del trabajo y el salario una realidad que aunque con mucho por mejorar es una puerta…. Y no se debe cerrar.
Laura Y. Basabe Murillo
Excelentes articulos Laura, tienes toda la razon al afirmar que debemos defender la educacion; Pero de instituciones de calidad, porque si no se lleva acabo un adecuado proceso de evaluacion de las mismas los profesionales egresados salen poco preparados para las exigencias de empresas prestigiosas.
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